viernes, 10 de junio de 2011

Soy pirata y no me llamo Garfio.

Basado en Media Piracy in Emerging Economies.


Y tampoco tengo uno, hablando de garfios. Hablando de piratas mejor, seguro lo primero que viene a nuestra mente cuando decimos piratería, es Discos y películas piratas, todos ellos de pésima calidad si cuestan entre 10 y 15 pesos. Pero si son tan malos, ¿qué hace que sean un buen negocio? Y otra vez, la pobreza aparece como el mal de los males, lo altos precios no permiten que la gran mayoría de la gente no pueda tener acceso a las creaciones -en ocasiones- artísticas, ni del séptimo arte ni las musicales.


Y ante los altos precios, comprar un disco en el tianguis del viernes o del martes o de cualquier día, se vuelve la única opción para poder obtener entrenimiento a bajo costo. Pero, ¿es esto bueno? Quizá tenga miles de justificaciones, pero por donde se le vea, este es un problema que afecta a la producción de arte, que para muchos puede ser insignificante, pero entre menos redituable  sea producir cosas de calidad, menos calidad habrá en lo que se oferta en la industria del entretenimiento.


Calidad, y calidad a bajo costo, quizá una de las grandes paradojas, pero no  imposible. La industria de la producción ha ido encontrando alternativas, quizá no tan lucrativas pero sí buenas, entre ellos el itunes. Que lucha contra la piratería del tianguis y la pirateria que hacemos cuando bajamos nuestras canciones o películas por internet, así todos hemos sido piratas alguna vez, y piratas en serio... no jugando.

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